El amor de madre

El amor de una madre es un sentimiento que nace desde lo más profundo de nuestro ser, que va creciendo desde el momento que nuestro bebé se va formando en nuestro interior. Desde ese entonces crece una conexión entre dos corazones de madre e hijo, ahí es cuando sentimos un amor inmenso y muy profundo.

El amor de madre es lo más puro y profundo que existe en la vida, una madre entrega todo por su hijo no esperando nada a cambio, a pesar de que muchas veces los hijos nos equivocamos y cometemos errores, aun así, el amor de una madre es tan grande e incondicional que se olvida de los errores cometidos, dejándolos hacia un lado aceptándonos tal y como somos.

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Una madre hace todo por un hijo desde su nacimiento hasta ya crecido, tanto como el cuidado de su ombligo, cambiarle los pañales, cuidar de la salud y del aseo personal. Siempre estará pendiente de su hijo e incluso ya crecido y formado, la madre no deja de protegerlo y consentirlo, no importándole si ya es lo suficiente adulto para cuidarse por sí mismo, una madre no mira la edad, el tiempo, ni la distancia para amar a su hijo.

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El amor de madre es único no hay amor más grande que el de una madre.

Amo a mis hijos con toda mi alma, ellos son todo para mí. Mi propósito es cuidarlos y protegerlos. Ser madre para mi significa dar todo lo mejor de mí. También sé que no soy una madre perfecta, tengo mi errores, pero quiero esos errores convertirlos en cosas positivas para mis hijos. Cada día los amaré y buscaré las mil maneras de demostrarles que siempre los cuidaré. Y les enseñaré el valor del verdadero amor, y que al igual ellos como mis hijos lo tengan presente en sus vidas. Cada día me levanto con deseo darles mucho cariño, ternura y amor.

Gracias a la vida por permitirme ser madre a pesar de mis errores como ya lo había mencionado, sin embargo me siento feliz por tener a mis hijos. Desde que salí embarazada de mi primer bebé recuerdo que todos los días le hablaba y le expresaba lo feliz que me sentía. Recuerdo como lo acariciaba cuando estaba en mi vientre y el me respondía de una manera muy especial, y a a partir de ese momento mi corazón se aceleraba de lo emocionada que me sentía de solo pensar que mi hijo podía oir mi voz. Eso me animaba a cuidarlo y amarlo aun más de lo que ya lo amaba. Es hermoso sentir a nuestros hijos cuando están formándose dentro de nuestro ser.

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No solo soy madre, también soy hija de una hermosa mujer, luchadora y emprendedora que dedico parte de su vida para cuidarme y ser de mi lo que hoy soy, una mujer con principios y valores. Gracias a su sacrificios y trasnochos puedo decir con certeza y seguridad que todo lo que hizo no fue en vano, cada día que pasa mi deseo es que se sienta orgullosa de mi. Hoy día puedo decir que mi madre es mi súper mama, la amo con todo mi corazón. No se imaginan lo mucho que la aprecio y valoro todo lo que me dio y al igual lo que no me pudo dar, estoy segura que como madre hubiese querido darme muchas cosas más pero no me lamento, con el amor que me ha dado me siento más que feliz.

Agradecida y complacida de poder expresar y compartir con ustedes el amor que una madre siente por su hijo. Gracias nuevamente por leerme espero y lo disfruten hasta la próxima.