Cuando te Descubres en tus Hijos... (En/ Es)

Cuando te descubres en tus hijos. ¿A qué me refiero?, bueno, ¿no les ha pasado que hay conductas de sus hijos, las cuales les irritan muchísimo y luego cuando te sientas a pensar en frío o viene algún familiar y te recuerda que tú hacías lo mismo que tu hijo, te encuentras sorprendida?, porque tú no "recuerdas" que fueses así y no te queda de otra que echarte a reír; entonces tratas de darle la vuelta a tus hijos, pero ya bajo otra perspectiva, con más empatía y comprensión.

A mí me sucede mucho con mis hijos, incluso ellos mismos tienden a decirme cuando los regaño por alguna conducta que me molesta; "A quien me pareceré" riéndose; entonces trato de decirles que no es así, ja, ja, ja, pero ellos saben al igual que yo, que si hay algo de eso y lo más cómico es que todos tienen esas conductas tan similares a mí, que ahora que lo pongo sobre el tapete y reflexiono sobre ello, es así. Por ejemplo, mi hija mayor es muy observadora y en ocasiones solo nos comunicamos nada más con la vista, pues sabemos lo que pensamos solo con vernos, somos muy intuitivas, no confiamos de buenas a primeras en algunas situaciones o personas; ahora ella me dice que yo llevo la bandera en todo eso, pero en esas ocasiones en que la veo adoptar algunas actitudes, simplemente me veo en ella.

Lo mismo sucede con mi hija de 16, aunque con ella choco un poco más, pues tiene una personalidad combinada, entre el carácter de su papá y el mío; pero hay unas características de su personalidad, que indudablemente son mías y a veces me veo igualita en ella, ja, ja, ja. En el caso de ella, es muy perfeccionista con sus tareas o actividades de estudio, yo era así también en mi época estudiantil, me estresaba mucho, me trasnochaba si tenía que hacerlo, me gustaba entregar a tiempo mis actividades, así eso implicara pasar horas terminando el trabajo que tuviera que entregar y a pesar de lo que los demás pudieran alegar, no me quedaba tranquila hasta que finalizara lo que tuviera pendiente y así es ella; entonces a veces trato de que no trasnoche tanto, preocupada como somos las mamás y ella ni pendiente, en eso es firme. Entonces ahí recuerdo a mi antigua yo que era igual y la dejo tranquila.

Con mi hijo menor, es otra cosa. Él es muy relajado, no le gustan los conflictos, ni las discusiones. Lo de él es estar en su mundo, jugando con sus amigos o dibujando, viendo alguna película un rato, cuando no le toca hacer sus deberes o tareas escolares y así también era yo a esa edad. Tranquila, tímida, no me gustaban las confrontaciones, también era muy sensible tal cual él es. Quizás a medida que vaya creciendo, vaya cambiando y reforzando su personalidad, aunque le ruego a Dios que su nobleza permanezca. Pero debido a todas estas similitudes, me veo en mis hijos y es evidente de que todos llevan una partecita aparte de los genes ja, ja, ja de mí; es por ello que, en algunas circunstancias, no puedo enfadarme con ellos, porque es verdad lo que ellos me dicen cada vez que lo intento. ¿A quién me pareceré?, ja, ja, ja.