Hola amigos, no acostumbro a dar mi nombre en redes pero almenas en este canal que es bastante especial por sus contenidos de calidad, podre dar mi nombre, de antemano mucho gusto es Anthony y soy Venezolano, me presento ante ustedes con mucho respeto y considerando que estas leyendo esto te agradezco mucho la lectura.

Actualmente tengo 32 años de edad, y durante mi juventud es decir antes de cumplir los 20 años estuve trabajando en todo el país, donde por mi trabajo tuve la dicha de conocer un sin numero de personas, conocer en carne propia las verdaderas y falsas amistades, pero lo mas importante de todo supe aprender a valorar lo que tenia a mano, y no quejarme de mis propios haberes.

El día de hoy quiero compartir con ustedes anécdotas que son parte de mi vida, haré una publicación por cada historia que les contaré.

tomare este caso el día de hoy por que tengo varios para otras historias que publicare poco a poco:

En la ciudad de Cumaná, Estado Sucre, Venezuela, conocí un caso de un señor el cual siempre sonreía y era muy jovial, atento y dispuesto a ayudar a todos, una excelente persona que aun cuando lo veo al visitar la empresa donde trabaja me trata con el mayor respeto y consideración que se pueda tener a otra persona; cierto día al entrar al comedor de la empresa pude admirar al señor Williams que estaba sentado, con una sonrisa en sus labios y una inmensa preocupación que se hacia notar por si misma.

Era bastante evidente que pasaba algo, y pues me acerqué a el y le pregunté cual era el problema que le pasaba y simplemente me dijo que no tenia comida, a lo que opte por apoyarlo con un almuerzo, le busqué comida y se la llevé, sin embargo al entrar a mi oficina pude notar que Williams no había comido, y simplemente guardaba la comida en su lokcer, y pues aquí le pregunte para que me aclarara con total sinceridad cual era su problema, y entonces expresado con palabras textuales puedo afirmarles que me dijo esto:

-Mi mujer se fue de la casa (con los ojos un poco aguados mientras sostenía su sensación de llanto al proseguir la conversación)- luego me dijo, que ese almuerzo que le habia dado seria usado para los niños que tenia, que el compartiria esa pasta con pescado y tajadas que le llevé con mucho cariño.

Déjenme decirle muchachos que a mi me dio una sensación de temor y a la vez de dolor, en realdad no se como explicar esa situación porque me dio mucho dolor ajeno, pero me contuve, aunque el señor Williams me tomó de la mano y me dio las gracias, porque su pensamiento estaba ido debido a que no sabia que comerían sus hijos ese día.

Sinceramente en algunas ocasiones nuestra vida nos juega unas situaciones que nos afectan sin ser de nosotros, pero es algo que cuando nos damos cuenta nos hace ser mas humanos, apoyar a una persona por una situación muy dura sin saberlo.

Desde ese momento y hasta el día de hoy el señor Williams cada vez que visito la empresa donde labora, me saluda con esa amistad, cariño y me dice que yo soy su familia, aun así que ya no trabajo allí.

con esta simple y corta historia les muestro amigos míos que a veces el que sonríe o ríe nunca es por una felicidad evidente, ayudemos a todos los que podamos siempre que sea posible, amigos ya que la vida lo agradecerá.

Yo les mostrare una nueva historia en un próximo escrito para así poder seguir mostrándoles los diferentes casos de cuando la risa ola alegría de alguien tiende a confundirnos.

espero que les haya gustado mi historia y les deseo feliz dia.

Su amigo @aye2001