Lorena and Diego are a couple who have been married for some years and have a little 6-year-old daughter named Amelia. They had always been a family with very limited resources, living day by day, until a letter arrived from Lorena's aunt inviting them to live with them, since she was already elderly and did not want to live alone.

Without hesitation, the young family began preparations for the move and set off towards their new home, with high expectations of how life could change overnight.

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After 6 days of travel, the family arrives at the home of Doña Margareth, Lorena's second aunt. But, to their surprise, the house seemed to be abandoned, although it was in very good condition.

In the letter they had received, there were instructions on how to enter the house if the servants were not present at the time of their arrival. Taking the keys from behind the main garden, they managed to enter the property.

Their eyes could not believe everything they saw, a house full of luxury and many rooms, as if taken from a princess tale.

In the dining room, hot food awaited them, and without hesitation, they sat down to quench their thirst and hunger.

Suddenly, the household employees began to arrive, and without a word to the family, they began to perform their tasks.

Then, the housekeeper arrived and approached Lorena, telling her that she would show them their rooms and give them a small tour of the house.

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The main room would be for the happy couple, while the girl would sleep in an adjacent children's room.

When they asked about Doña Margareth, the housekeeper only said, "you will meet her later."

Upon entering the children's room, there was a large dollhouse, which seemed to be an exact scale replica of the house they were in. The family approached to observe it closely and saw a doll inside looking at them with a smile.

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Days passed, and the family received a letter, none other than from their hostess, Doña Margareth, who told them that she held a special affection and gratitude for their company and that from now on, she would never feel alone again.

Furthermore, she said that today she would join them for afternoon tea, and that this would be their new routine from now on.

The main clock struck 4 o'clock, and Doña Margareth was sitting in the living room with a cup of tea.

The family immediately joined her to express their gratitude for inviting them to live here and tell her how it had changed them and offer their service.

Doña Margareth only asked if they had seen her dollhouse, which was a family heirloom and very important. She also invited them to accompany her to see it once more.

The family noticed that the doll was not in the dollhouse, and a chill ran through the room.

Doña Margareth simply repeated the words written in her letter.

"I hold a special affection and gratitude for your company and from now on, I will never be alone."

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Lorena y Diego son una pareja que tienen ya unos años de casados y una pequeña hija de 6 años llamada Amelia. Siempre habían sido una familia de muy escasos recursos, viviendo el día a día, hasta que llego una carta de la tía de Lorena que los invitaba a vivir con ellos, puesto que ya tenía una avanzada edad y ya no quería vivir sola.

Sin dudarlo, la joven familia comenzó los preparativos de la mudanza y se puso en marcha hacía su nuevo hogar, con muchas expectativas de como la vida les podría cambiar de la noche a la mañana.

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Luego de 6 días de viaje, la familia llega a casa de Doña Margareth, la tía segunda de Lorena. Pero, para su sorpresa, la casa parecía estar abandonada, aunque se mantenía en muy buen estado.

En la carta que habían recibido tenían instrucciones sobre como entrar a la casa si los criados no se encontraban en el momento de su llegada. Y sacando las llaves detrás del jardín principal, lograron entrar a la propiedad.

Sus ojos no daban crédito a todo lo que veían, una casa llena de lujos y muchas habitaciones, como sacada de un cuento de princesas.

En el comedor, comida caliente les esperaba, y sin dudarlo, se sentaron a saciar su sed y su hambre.

Repentinamente, comenzaron a llegar los empleados del hogar, y sin mediar palabra con la familia, comenzaron a hacer sus tareas.

Luego, llego el ama de llaves quien se dirigió a Lorena y le dijo que les mostraría sus habitaciones y les daría un pequeño tour por la casa.

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La habitación principal sería para la feliz pareja, mientras que la niña dormiría en una habitación infantil contigua.

Cuando preguntaron por Doña Margareth, el ama de llaves solo dijo "se reunirán con ella después"

Al entrar a la habitación infantil, se encontraba una gran casa de muñecas, la cual parecía una replica a escala exacta de la casa donde estaban. La familia se acerco a observarla de cerca y en ella vieron una muñeca que los miraba desde dentro sonriendo.

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Pasados los días, la familia recibio una carta, de nada mas ni menos que de su anfitriona, Doña Margareth, donde les decía que les tenía especial cariño y agradecimiento por hacerle compañía y que a partir de ahora, nunca más se sentiría sola.

Además, les decía que hoy los acompañaría a tomar el té por la tarde, y que esta sería su nueva rutina a partir de ahora.

Toco el reloj principal las 4 de la tarde, y Doña Margareth estaba sentada en el salón con una taza de té.

La familia enseguida se reunió con ella para expresarle su gratitud por haberles invitado a vivir aquí y contarles como les había cambiado y ofrecerse a su servicio.

Doña Margareth solo les pregunto si ya habían visto su casa de muñecas, que era una reliquia en su familia y que era muy importante. Además, les invito a que la acompañaran a verla una vez más.

La familia observo que la muñeca no estaba en la casa de muñecas y un aire frio recorrió la habitación.

Doña Margareth solo repitió las palabras escritas en su carta

"Les tengo especial cariño y agradecimiento por hacerme compañía y a partir de ahora, nunca más estaré sola."

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