Dulce y amargo / relato
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Nadie muere por un pequeño aguijón, o ¿si?
¡He Psico!, soy yo de nuevo, esta vez no te voy a abordar con cosas del pasado o tristezas como las últimas veces, bueno, no sé si decir, decirte o forrarte con palabras porque no eres más que un montón de papel con tapa blanda donde me desahogo de todo y al que bautice con un nombre estúpido haciendo referencia al psicólogo al que nunca fui ja, ja, ja. El punto aquí es que contigo puedo expresarme libremente, no me juzgas, no haces preguntas y siento que de alguna manera me entiendes.
En fin el mundo está loco, a veces pienso que salir a trabajar me causa un estrés inmenso, el pensar que tengo que lidiar con algún idiota en la calle u otros que únicamente piden precios de todos los productos y no compran nada, me enferma la cabeza, pero hoy fue diferente, la tienda estuvo repleta de clientes y vendí demasiados celulares, para mi cartera es excelente porque aparte de mi pago podre sacar a final de mes buenas comisiones.
Cuando dije que el mundo está loco lo dije muy en serio, y es que desde el principio el hombre siempre le ha faltado el respeto a la naturaleza robando su hábitat y destruyendo todos sus dominios, como esos casos en los que la gente ha construido cerca de los ríos o ha rellenado parte de las costas para hacer mansiones y pueblos, de verdad que somos una plaga, pero bueno Psico para que me entiendas tengo que contar lo que pasó. Resulta que desde hace unos días Julián, el hijo de mi jefe, se empeñó en obligarnos a acabar con un enorme panal de abejas que estaba en la rama del árbol, este árbol está ubicado de frente a los locales, nos da sombra y a su vez se ha convertido en patrimonio nuestro por ser tan grande, bonito y llamativo, cuando empieza a florecer algunas personas se bajan de sus coches para hacer fotos o vídeos, incluso han venido famosos tiktoker de la ciudad para grabar sus bailecitos. El caso es que esta colmena de abejas no nos afectaba en absoluto, ellas estaban tranquilas y nosotros podíamos estar igual, pero Julián cada vez que salía a fumar y miraba hacia arriba las veía con desprecio como algo repugnante que debía ser borrado de la faz de la tierra, entonces se enojaba y mandaba a todos a asesinar a las pobres abejas, siempre me hice el loco y la verdad es que prefería que me echaran a que me obligaran a hacer algo que no quería, respeto mucho a los animales, la única forma de lastimar a uno es que me esté masticando las piernas para devorarme, tal vez me defienda. Todos los intentos por derribar el panal o alejarlas fueron un fracaso, mis compañeros se pusieron de acuerdo para intentarlo una y otra vez, pero nada funcionaba, primero porque estaba muy alto y segundo porque las abejas nunca hicieron caso a sus tonterías. Hoy eso, cambio... Eran como las dos de la tarde, cuando apareció Julián con un equipo completo de fumigadores, vi bastante mal el despliegue exagerado, solo por unas pequeñas que, repito, no nos hacían daño. Si te soy sincero Psico Julián me parece un miserable, pero no tengo los pantalones para escupirle a la cara, así que por favor no se lo digas, aunque no sé qué me asustaría más que Julián se enterara del odio que le tengo o que de tus páginas saliera una voz aguda y empezaras a hablar a diario para burlarte o chantajearme ja, ja, ja. Bien prosigo con mi relato, al cabo de una hora hubo un olor muy desagradable y no solo me afectó a mí sino también a los clientes que estaban en ese momento facturando y adquiriendo sus dispositivos móviles, de repente algo cayó al suelo exactamente delante de las puertas de los establecimientos y por el sensor estas comenzaron a abrirse y cerrarse solas, cuando me acerqué vi la miel esparcida por todo el lugar, el líquido que salía de ese panal era demasiado, nunca había visto tanta en mi vida, noté que una pequeña abeja luchaba por salir de ese desastre y una vez afuera cayó patas arriba y murió, para mí fue trágico verla morir y sentí pena, luego miré a los responsables y ellos reían mientras se despojaban de los trajes que los protegía, ya que el peligro supuestamente había pasado, las abejas estaban muertas y Julián se sintió triunfante. De repente se escuchó un grito, una anciana se quejaba de un fuerte dolor en la mejilla, su hijo la revisó y descubrió que tenía algo clavado en el pómulo, ¿un aguijón?, exclame. Automáticamente, algo en mí se encendió y comencé a retroceder para protegerme de lo que se avecinaba, si, una nube negra emergía de aquel árbol y cubrió todo el lugar, las abejas comenzaron a chocar contra los vidrios y otras lograron entrar aprovechando la confusión que tenía el mecanismo de las puertas, comenzaron a atacarnos a todos sin contemplaciones, como dije antes Psico; esta vez no nos ignoraron. Uno de los fumigadores gritó aterrorizado, desesperado por recibir un montón de picaduras en la cara y en el cuello, la gente corría en todas direcciones, yo me escondí detrás de mi mostrador y vi que Dana estaba también en uno de los rincones inmóvil, por cierto ella es la chica que me gusta, pero tampoco se lo digas Psico. Ambos veíamos como las pequeñas demonias luchaban por romper el cristal para acabar con nosotros también, Ella trató de levantarse para huir, pero agarre su mano y lo evite, me dijo muy nerviosa que estaba asustada, yo tenía que protegerla y ser un caballero, entonces abrí con cuidado una escotilla donde se guardan los nuevos equipos y saqué todo con mucho cuidado, luego le expliqué a Dana que tenía que entrar en ese pequeño agujero para resguardarse, ella me miró confundida y me hizo una señal ¿y tú? Terminé de ayudarla a pasar y cerré la puerta, diciéndole que permaneciera en silencio.
¿Qué hice para que me pasaran tantas estupideces?
Las abejas descubrieron mi ubicación y empezaron a masacrarme con sus afilados aguijones, intenté refugiarme en el baño, pero supongo que había gente allí porque la puerta no se abría, así que lo único que se me ocurrió fue intentar alejarme lo más posible de ese lugar, cuando crucé la puerta casi llegando al aparcamiento vi a Julián en el suelo estaba empapado con los insectos que entraban y salían por cada hueco de su ropa, Me metí debajo de un coche y desde allí pude ver a Julián retorciéndose y gimiendo pidiendo ayuda, con mucho esfuerzo sacó las llaves del coche y me las lanzó, entendí lo que quería, pero no lo hice, me quedé viéndolo agonizar y sentí placer al hacerlo Psico, si estoy loco, quería que sufriera, detestaba tanto a ese hombre que no me importaba esa mirada de súplica. Entonces solamente esperé a que todo acabara pronto.
Hoy descubrí que no soy alérgico a las picadas de abejas, pero Julián se enteró de que si lo es y que con ellas no se juega, en el hospital escuche a su padre decir que no tiene muchas posibilidades de sobrevivir, lo dan por muerto. Mientras que Dana ahora me ve como un héroe, después de que la nube de abejas se esparciera por toda la ciudad y otras murieran en su deber, volví y la saqué, incluso jamás me despegue de ella mientras el médico le revisaba el parpado que estaba hinchado, la forma en que me miraba era muy tierna y creo que estoy más decidido que nunca, voy a conquistarla.
En fin, hoy escribí un poco más de estupideces que las últimas veces Psico, pero me pareció interesante relatar cada detalle de lo que pasó durante este día tan loco, que ya casi termina como indica el reloj, no he logrado dormir y solo pienso en esa angustia que reflejaba la cara del idiota de Julián, caramba siento que estoy sonriendo.
Pero bueno, pronto será otro día, habrá otras historia que escribir, por supuesto voy a contarte más adelante, lo más genial de todo fue llamar la atención y conseguir el número de Dana, que sin que yo se lo pidiera lo anotó en mi muñeca, de hecho hace un rato la llamé para preguntarle cómo estaba y creo que pronto empezaré a escribir muy romántico en estas páginas, ha, ha, ha.
Ahora entiendes Psico, el mundo está loco, pero creo que seguiremos hablando de eso más adelante, ya me dio sueño, gracias por leerme…
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Hola muchas gracias <3
Una picada de abeja es una inmunización del sistema inmunológico.
Te deseo mucha salud!!!
😄Hola muchas gracias igual para ti @hiramdo
¡Una narrativa muy simpática, en la que lograste ponerme del lado de las abejas (aunque generalmente estoy allí)! ¡Menos mal que tú también estabas de ese lado y no del de Julián! 😁
Jajaja Hola @ylich muchas gracias. Abejas 1 Julián 0 XD
Jajaja 😂
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