Aunque ya no pertenezco ni a un cachito de tu alma // poema

Amigo lector, imagina que vas caminando por la calle y una hoja abofetea y se añade a la punta de tu zapato, sacudes la pierna y no puedes deshacerte de ese papel. Entonces te doblas y lo recoges con enojo resuelto a botarlo, pero resulta que hay algo curiosamente escrito en él, te das cuenta de que al leer la primera línea el inicio de una melodía triste emana de algún piano.

Dime tú...
¿Qué quieres que haga?,
si a pesar de las
estaciones que han
transcurrido sigo
echándote de menos.
Si te extraño desde
que abro los ojos
hasta que los cierro,
y se ha convertido
en una condena,
porque ya no pertenezco
ni a un cachito de tu alma.
Dime...
¿Qué quieres que haga?
Si te extraño cada vez
que los recuerdos
colisionan en mi
cabeza y me atormenta
la idea de que soy una
idiota por intentar
alcanzarte en mis
sueños.
¿Qué quieres
que haga? Si por las
mañanas libero un largo
suspiro al despertar
echándote de menos con
el café tan frío o
cuando mis ojos no
consiguen un mensaje
tuyo de buenos días.
Y por la noche me arropo
con tanta tristeza por
no poder contarte mis
logros.
¿Qué quieres que haga?
Si aún siento que te
quiero demasiado y me
pesa no saber de ti,
de tus alegrías, de
tus metas, incluso de
lo que te angustia.
¿Qué quieres que haga?,
si he puesto un candado
a mi corazón porque
tengo miedo de volver a
hacer daño porque fui yo
quien lo estropeó todo.
¿Qué quieres que haga?,
si estás presente en
cada una de mis canciones
y me pongo triste cuando
las reproduzco y me doy
cuenta de que nunca
vas a escucharlas
conmigo.
¿Qué quieres que haga?,
si al final de todo
siempre lloro, porque
mi corazón da señales
de mi tristeza y finjo
ser fuerte, provocando
una guerra dentro de mi
pecho hasta que las
lágrimas fluyen y mojan
mis mejillas en venganza
por haberme tragado tu
nombre.
¿Qué quieres que haga?, si
no soy capaz de poner fin
a esta historia, y sigo
hablando contigo a altas
horas de la madrugada,
como si tu sombra estuviera
junto a la mía, como una
loca hablando con un
fantasma.
¿Qué quieres que haga?, si
no encuentro qué hacer con
tanto silencio acumulado y
espero ansiosa cada noche
para correr a buscarte en
la primera estrella solitaria
que veo, para pedirte que por
favor vuelvas, aunque sea
imposible por qué tú ya no
quieres regresar.
¿Qué quieres que haga?, si
estoy estancada, porque
cuando aprendo a querer es
de verdad y para siempre,
aunque la mentira empaño
lo bueno.
¿Qué quieres que haga?, si
te extraño aunque no te
merezco.