Río seco
Un río seco en la llanura, como podría ser el Azuer en la actualidad. Consecuencias de un acuífero sobreexplotado.
Para elaborar este cuadro, probé una mezcla de técnicas. Primero, como base, apliqué óleo en barra en algunas zonas. Sobre todo amarillo en el cauce seco del río y unas manchas de ocre suave en el cielo, para las nubes. Me interesaba probar el efecto de la textura de las barras sobre el papel, para aumentar esa sensación árida del suelo. También quería ver cómo esa aplicación de base aceitosa afectaba luego al flujo natural de la acuarela, una técnica basada en el agua. Dos elementos que se repelen. Y, por supuesto, cuando pinté el resto de la obra con acuarela, las zonas de óleo actuaron como máscara y no quedó rastro de pigmento por encima. En las imágenes ampliadas se puede comprobar el efecto.