Para ser mejores, es importante conocer nuestros límites / To become better, it is important to know our limits in order to
Ya estamos a mitad de semana, creo que es un buen momento para analizar lo que hemos hecho hasta ahora y de como podemos mejorar lo que estamos hacíendo, con la intención de lograr llegar al final de la semana con buen pie, con buen ánimo, y satisfechos de haber conseguido eso que buscábamos.
Vivimos constantemente sumergidos en una gran cantidad de actividades, muchas de estas las realizamos como en automático, y no es lo ideal, ya que lo lógico es que tengamos noción de vida, de que lo que hacemos nos genere placer, y que alfinal del día podamos decir que estamos satisfechos, porque aprendimos algo,porque somos mejores que ayer, pero esto implica reconocer que estos ritmos tan rápidosque a veces llevamos no es lo ideal.
En la constante rapidez de la vida moderna, nos vemos frecuentemente inmersos en una dinámica que nos impulsa a querer hacer muchas cosas de manera simultanea. Esa omnipresencia de la multitarea se ha convertido en sinónimo de productividad, pero como seres humanos, llegamos a un punto en el que la cotidianidad puede agotarnos y cansarnos.
Nos podemos enfrentar a la constante sensación de tener que hacer, pero ¿y si en lugar de querer hacer, deseamos simplemente estar llenos de múltiples experiencias?
Hace unos días, me desperté con un ánimo bajo, no fue provocado por ninguna situación específica, sino por un agotamiento mental y emocional que me impedía que en ese momento encontrara entusiasmo en las tareas cotidianas.
Este episodio me llevó a reflexionar sobre la necesidad de reconocer estos momentos de fatiga emocional en nosotros mismos, entendiendo que forman parte de un necesario autoanálisis constante. Como seres humanos, debemos aceptar que, por diversas razones, llegará un momento en el que necesitaremos hacer una pausa.
En esa especie de obsesión por trabajar y resolver los desafíos diarios, a veces perdemos de vista nuestra humanidad. Nos comprometemos con tantas responsabilidades que no permitimos que nuestra mente descanse. Esto no solo es incorrecto, sino que también puede transformar lo que inicialmente disfrutamos en algo incómodo e insatisfactorio. ¿Es lógico? sencillamente no.
En ese día particular, opté por hacer lo mínimo necesario. Aunque tenía obligaciones laborales, pospuse actividades extras. Este acto de auto-permiso para no ser una "máquina productiva constante" no es algo a lo que esté acostumbrado, pero reconocer que las emociones y la fatiga juegan un papel determinante en nuestra productividad es una lección realmente trascendental.
Es fundamental concedernos el espacio para asumir que no somos invencibles ni máquinas perfectas. Somos seres humanos con emociones cambiantes y límites que, si bien pueden expandirse con el tiempo, necesitan ser respetados. Permitirnos aceptar días en los que no queremos enfrentarnos a lo monótono no solo es saludable, sino que también nos puede brindar la oportunidad de aprender y mejorar.
Todos hemos experimentado la resistencia a realizar tareas rutinarias en algún momento. Si esto hace que te autoanalices, podría ser un indicativo de que hay cambios necesarios para mejorar nuestra calidad de vida. Al final, se trata de buscar constantemente maneras de ser mejores, de abrazar nuestra variedad de emociones y utilizarlas como una herramienta para construir una vida más equilibrada y satisfactoria.
Para despedirme, quiero dejar muy claro que es necesario que recordemos que la verdadera productividad no radica únicamente en hacer muchas cosas, sino en hacerlas con propósito y en armonía con nuestra bienestar emocional y mental.
He configurado un 10% para apoyar a la cuenta comunitaria. Gracias por su apoyo.
We are already in the middle of the week, I think it is a good time to analyze what we have done so far and how we can improve what we are doing, with the intention of reaching the end of the week on a good footing, with good spirits, and satisfied to have achieved what we were looking for.
We live constantly immersed in a large number of activities, many of these we do as in automatic, and it is not ideal, since it is logical that we have notion of life, that what we do generates pleasure, and that at the end of the day we can say that we are satisfied, because we learned something, because we are better than yesterday, but this implies recognizing that these rhythms so fast that sometimes we carry is not ideal.
In the constant speed of modern life, we are often immersed in a dynamic that drives us to want to do many things simultaneously. This omnipresence of multitasking has become synonymous with productivity, but as human beings, we reach a point where the daily grind can wear us down and tire us out.
We can face the constant feeling of having to do, but *what if instead of wanting to do, we simply want to be filled with multiple experiences?
A few days ago, I woke up with a low mood, it was not caused by any specific situation, but by a mental and emotional exhaustion that prevented me from finding enthusiasm in daily tasks at that moment.
This episode led me to reflect on the need to recognize these moments of emotional fatigue in ourselves, understanding that they are part of a necessary constant self-analysis. As human beings, we must accept that, for various reasons, there will come a time when we will need to pause.
In this kind of obsession to work and solve daily challenges, sometimes we lose sight of our humanity. We commit ourselves to so many responsibilities that we don't allow our mind to rest. This is not only wrong, but it can also transform what we initially enjoyed into something uncomfortable and unsatisfying. Is it logical? simply no.
On that particular day, I opted to do the minimum necessary. Although I had work obligations, I postponed extra activities. This act of self-permission to not be a "constant productive machine" is not something I am used to, but recognizing that emotions and fatigue play a determining role in our productivity is a truly transcendental lesson.
**It is critical to give ourselves the space to accept that we are not invincible or perfect machines. We are human beings with changing emotions and limits that, while they may expand over time, need to be respected. Allowing ourselves to accept days when we don't want to face the monotonous is not only healthy, but can also provide us with the opportunity to learn and improve.
We have all experienced resistance to performing routine tasks at one time or another. If this causes you to self-analyze, it could be an indication that there are changes needed to improve our quality of life. In the end, it's about constantly looking for ways to be better, to embrace our variety of emotions and use them as a tool to build a more balanced and fulfilling life.
In closing, I want to make it very clear that we need to remember that true productivity is not just about doing a lot of things, but about doing them with purpose and in harmony with our emotional and mental well-being.
I have used the translator https://www.deepl.com/es/translator to translate this post.