Los personajes de los cuentos de hadas: la realidad no siempre es como la pintan

Todos en algún momento de nuestras infancias, caímos en los cuentos de hadas o fantasías, en donde la realidad o el mundo que describen es netamente ficticio o como dicen los autores famosos “maravilloso”. Muchos reconocemos que los cuentos de hadas están basados en la realidad de los contextos populares.

Lo que se vivía en el momento histórico dado para las fechas era plasmado en papel mediante un cuento, la mayor parte de las denuncias, se hacían a través de la creación de personajes ficticios, siendo ellos los encargados de manifestar la realidad mientras que el verdadero acusador se ocultaba en el anonimato o se bautizaba con un nombre que quizás tal vez nadie reconocería en el futuro.

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El cuento de hadas se encargó de maquillar personajes, virtudes y morales, pintando a los buenos de color de rosas y a los malos hundiéndolos en las tinieblas, los malos eran malos, hacían cosas malas, y nada de lo que ellos intentaran iba a resultar provechoso, lo único que sabían era propagar el mal y las enseñanzas que dejaban solo tenían que ver con acciones negativas.

Si les digo a estas alturas de sus vidas que, quizás pasamos mucho tiempo equivocados, nos pintaron a la princesa muy bonita, sencilla, encantadora alguien por el cual todos babeaban y en la realidad nos matan las apariencias, nos encontramos con princesa, bonitas, sí, pero son peor que cualquier ser malvado de las historias, en la vida real los buenos de las historias a veces pueden ser buenos, mientras que en otras ocasiones son malos tan perversos que pueden terminar destruyéndote.

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Como niños necesitábamos que nuestra niñez fuera alimentada de fantasía, de algo que sabíamos que tal vez no era real, pero, era una realidad que alimentaba nuestro ánimo personal y anímico, nos hacía feliz que la princesa terminaría casada con el príncipe siendo feliz para siempre mientras que el villano recibía un castigo por sus actos.
Saben, los malos tras desplazarlos de tantos símbolos y recursos que utilizaba el demente que se hacía llamar escritor, denotaba ser humano y no era malo como tal, un caso evidente está en que desde niños nos dicen que los cazadores son malos, que solo sirven para dañar o matar pero, en Blanca Nieves se demostró que hasta el ser más malo tiene bondad, pues este se apiadó de la vida de la protagonista y no la mató; en las historias siempre pintaron al lobo de malo, cuando la mala del cuento fue la mamá de Caperucita roja, siempre he sostenido que por más ocupado que uno este, o por más que no quiera hacer las cosas, no le encargues a otros tu responsabilidad.

Si, existen malos en los cuentos, pero, quizás por nuestra edad no nos fijamos que no eran tan malos a diferencia de los buenos, y en determinadas circunstancias de la vida nos encontramos con malos que en realidad son buenos, y a veces nos encontramos con personas que quizás podemos decir que tienen doble moral, refunfuñamos porque nos dicen que no hagamos tal cosa cuando ellos lo hacen, o lo hicieron pero, no vemos que detrás de esa moral nos están haciendo un favor, porque ya pasaron por eso, la mejor forma de hacerte ver es aconsejando, aunque no tenga la moral acorde para hacerlo, y lo hacen porque saben que es tocar fondo, que es perderlo todo, aunque no tengan la facultad de detenerte lo hacen porque no soportan, tener que ver a alguien que no tiene ninguna necesidad, caer tan bajo, he aquí cuando nos encontramos con personas mal sanas.

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Les cuento una anécdota del año 2015 más o menos, cursaba el sexto semestres en la universidad, en un día viajaba de un estado a otro, recuerdo que salía de la universidad tomaba un carro, me tomaba una hora de distancia llegar a casa, dejaba mi bolso y tomaba dos a tres bolsos de mano, tomaba un bus de una hora para llegar al hospital, todos los días subía y bajaba nueve pisos, con los bolsos pesados, llenos de ropa, comida hecha en casa para llevarla a mis dos tías que se encontraban internadas en el hospital, el penúltimo día tras casi tres meses en esa rutina, venia bajando por las escaleras nueve pisos con tres bolsos que iban pesados, iba casi corriendo era domingo y para conseguir un carro para ir al centro era muy difícil, baje muy apresurada las escaleras no respiraba jadeaba, y en el primer piso pele un escalón y me fue con los bolsos, unos escalones más abajo el hierro estaba despegado, me corte una piernas y las manos, como pude me levante y corrí para llegar al frente del hospital, para luego apresurar el paso pues las instalaciones del hospital eran muy grandes y para llegar a la salida quedaba algo lejos, corrí, ya estaba poniéndose el sol, espere y espere y no pasaba ningún carro o autobús, y eso que estaba en la parada, media hora después se detuvo uno, sin preguntar me subí en automático, las manos me sangraban, del hospital al centro el trayecto era largo, me acomode como pude con los bolsos y saque de mi bolsillo un pañuelo para limpiar la sangre, el colector del autobús encendió un cigarrillo el cual calo en menos de dos minutos, en el momento que encendía el otro me ofreció uno, amablemente y con los ojos lagrimosos por el dolor le dije que no fumaba, a lo cual me respondió que no lo hiciera, que el fumaba desde que estaba muy pequeño y el cigarro no beneficiaba en nada, que era un vicio absurdo, sonreí como pude, los dos me observaban de arriba abajo, yo estaba sumamente incomoda, cuando vi hacia atrás no habían más pasajeros en el autobús, mi ansiedad se estaba acrecentando, mis ojos se desbordaban en lágrimas por el dolor de las cortadas esos dos me veían y se hacían señas, el chofer siguió manejando, recuerdo estaba bien vestido, tras varias vueltas me pregunto para donde iba, para mi desgracia su destino era otro, sonrió me miro por el espejo del retrovisor y me dijo que tras varias señas con su colega decidieron terminar ese último viaje sin éxito, eran ladrones, pero al verme tan lastimada y llorosa y a pesar de mis preocupaciones, ellos iban hablando conmigo y educadamente respondía a toda sus preguntas, por eso y por cómo me notaban decidieron no robarme, me acercaron al centro y me dijeron que para la próxima no me fiara tanto de las personas.

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Saben algo a pesar de que eran personas malas, me dieron dos consejos y me hicieron un favor.

Para todos los que me leen hoy, les recuerdo que los cuentos de hadas nos presentan una visión engrandecida de la realidad, en la que los personajes son buenos o malos de forma absoluta. No obstante, la realidad es mucho más compleja y ambigua que la de los cuemtos. Las personas no siempre son tan buenas o malas como parecen, y los actos buenos o malos no siempre son producto de la bondad o la maldad.
Gracias.

Can you be more stupid in this life?
This life that is my life.
Molten and fed
For lies.
A fantasy,
A utopian reality,
From a fairy tale
To another unhealthy story
I'm not saying you ruined my childhood,
But,
You dedicated yourself to defiling,
Reality.
Go,
I'm here,
alive
a reality,
that looks nothing like
to what you told me.

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