Recuerdo que en la escuela cada año, se celebraba el día en familia, la maestra decía que la familia es el pilar esencial que forma el ser de provecho a la sociedad, y no es por llevarle la contraria a los maestros, pero, los días festivos especiales eran los días que más decepción llevaba, no sé si en ese tiempo era enojo o tristeza, hace un par de días ese mismo sentimiento volvió a florecer; que bonito es que tu mamá o tu papá te acompañen al colegio, presumirle a todos que tu papá es el mejor del mundo que su trabajo es muy importante y los beneficios que ofrece a la sociedad, mientras que mamá era una reina y una gran amiga, esos días muchos niños se sentían felices e importantes, pues sus papis dejaban su rutina para ir a compartir con ellos un momento importante en sus vidas y un recordatorio para la posteridad, todos se fijan en esos niños riendo y saltando de emoción, pero casi nadie voltea a ver a los niños que están sentados casi al final del salón, esos que no hablan, que no sonríen, que solo observan y dentro de ellos le piden adiós porque no tienen la misma suerte que sus compañeros.

Con esto no quiero discriminar a nadie cada quien tiene sus razones, y sus motivos para actuar como mejor le conviene; me partía y aun me parte el corazón esos niños que crecen con la ausencia de alguno de sus padres, hay quienes crecen en matrimonios separados y llegan hacer felices y desarrollarse perfectamente en la sociedad, sin ningún rencor sin ningún sentimiento negativos, pero no todos aprenden hacerse de la vista gorda y continuar, sobre todo comprender y estar bien, “aparentemente”, aunque por otro lado nos encontramos con niños, a los cuales la ausencia de uno o dos de sus padres los marca emocionalmente, tanto que puede afectar su desenvolvimiento.

No es una mentira para nadie que los niños que se crían con la ausencia de alguno de los padres, pueden llegar hacer adultos independientes y autosuficientes, tienen la fuerza para sobreponer cualquier desafío, afrontan las adversidades de frente sin miedo a nada o nadie, algunos pueden llegar hacer muy empáticos (debido a que comprenden que es estar solo o ser abandonado), por otro lado, nos encontramos con personas las cuales la ausencia de sus padres si influye en su desarrollo personal, he logrado observar en primera fila los efectos de la ausencia de los papás, en emociones tan visibles como la ira, y la verdad es que, ante esta muchos se han segado, cometiendo actos poco justificables, como hay quienes se deprimen, o aquellos que tienen un autoestima que por más que les digas que están bien y son hermoso hay que hacer milagros para recogerlos del piso, otros son arrastrados por un mar de emoción y sentimientos físicos el cual se vuelve una batalla constante, hoy están bien y mañana es un caos, y es que vivir con la angustia y la ansiedad son dos emociones que pueden terminar acabando con la persona.

Aplaudo a aquellos de gran razonamiento, los cuales, al crecer solos, no presentan ningún mal comportamiento, se alejan de la violencia, la delincuencia y de las drogas.
Saben no todos los niños en esta situación llegan a ser adultos, debido a que por la presión emocional terminan con sus vidas, otros llegan de manera normal con uno que otro problema emocional porque a pesar de todo tuvieron el apoyo de alguien que quería hacer de ellos un ser de bien, quizás son algo despistados a veces carecen de expresión fácil, hay quienes crecen y no superan el hecho de no crecer con sus papas al termino de no perdonarlos nunca u otros que perdonan y se alejan y es que la moraleja de esta realidad es: como adultos somos responsables de nuestros actos, parece simple, resulta fácil decir que se va a traer un hijo al mundo, y la verdad es que un hijo es una gran responsabilidad es un ser vivo que necesita cuidados y atención, cada persona tiene su decisión personal para dejar a un hijo y continuar, pero siendo observadora y parte de esta realidad, ningún familiar llena la ausencia de un padre o de una madre, hay cosas, situaciones y momentos que solo un padre es el indicado para ayudar a su hijo.

Seguirá doliendo esta realidad, tal vez no igual que antes, pero duele porque nada es igual ni podrá ser similar al hecho de crecer con los padres, y a pesar de las circunstancias admiro y agradezco de todo corazón a los terceros a esas personas, las cuales sin miedo a nada se hacen cargo de un niño que no es de ellos y a pesar de las circunstancias económicas los sacan adelante, los convierten en profesionales, cambian sus vidas sin pedir nada a cambio y sobre todo se sienten orgullosos como si en verdad fueran sus hijos.

Por hoy y para la posteridad gracias.

I remember that every year in school, we celebrated Family Day. The teacher would say that family is the essential pillar that shapes a person into a valuable member of society. However, I don't mean to contradict the teachers, but those special holidays were the ones that brought me the most disappointment. I don't know if it was anger or sadness at the time, but a couple of days ago, that same feeling resurfaced. It's so beautiful when your mom or dad accompanies you to school, and you can show off to everyone that your dad is the best in the world, that his job is essential, and the benefits he offers to society. And your mom is a queen and a great friend. On those days, many children felt happy and important because their parents left their routine to share an important moment in their lives and a reminder for posterity. Everyone notices those children laughing and jumping with excitement, but almost no one looks at the children sitting at the back of the classroom. The ones who don't speak, who don't smile, who only observe and inside they say goodbye because they don't have the same luck as their classmates. The absence of parents affects the personal development of children in many ways, including emotional instability, lack of self-esteem, and social difficulties.

I don't mean to discriminate against anyone, everyone has their reasons and motives for acting in their best interest. However, it breaks my heart, even now, to see children grow up with the absence of one or both parents. Some children grow up in separated marriages and are happy and develop perfectly in society without any negative feelings or resentment. But not everyone can turn a blind eye and move on, especially when the absence of one or both parents emotionally scars them, affecting their personal development.

It's not a lie to say that children who grow up with the absence of one or both parents can become independent and self-sufficient adults. They have the strength to overcome any challenge, face adversity head-on without fear of anything or anyone, and some can become very empathetic (due to understanding what it's like to be alone or abandoned). On the other hand, we also find people whose parents' absence does affect their personal development. I have witnessed firsthand the effects of parental absence on emotions as visible as anger, and the truth is that many have been blinded by it, committing unjustifiable acts. Some become depressed, while others have self-esteem so low that it takes a miracle to lift them up. Others are dragged by a sea of emotion and physical feelings that becomes a constant battle. Today they are fine, and tomorrow it's chaos, and living with anxiety and anguish are two emotions that can end up destroying a person.

I applaud those with great reasoning skills who, growing up alone, do not exhibit any bad behavior, stay away from violence, crime, and drugs.
Not all children in this situation grow up to be adults, as the emotional pressure can lead some to end their lives. Others may grow up relatively normally, with some emotional issues because they had the support of someone who wanted to make them a good person. They may be a bit absent-minded at times and struggle with expressing themselves easily. Some grow up and never forgive their parents for not being there, while others forgive and move on. The lesson from this reality is that as adults, we are responsible for our actions. It may seem simple to say that we will bring a child into the world, but it is a great responsibility. A child is a living being that needs care and attention, and each person has their own personal decision to make about leaving a child and moving on. However, as an observer and part of this reality, no family member can fill the absence of a father or mother. There are things, situations, and moments that only a parent is suited to help their child with.

This reality will continue to hurt, maybe not as much as before, but it hurts because nothing is the same or can be similar to growing up with parents. Despite the circumstances, I admire and am truly grateful to those third parties, those people who fearlessly take care of a child who is not theirs and despite economic hardships, they push them forward, turn them into professionals, change their lives without asking for anything in return, and above all, feel proud as if they were truly their own children.

For today and for posterity, thank you.