El poder de la respiración consciente, para gestionar el enojo (ESP-ENG) The power of conscious breathing to manage anger
—¡No me digas nada! —¡Ni se te ocurra tocarme! —¿Y a mí qué?
Quizás te resulten familiares, estas son algunas de las frases que utilizamos cuando estamos en estado de ebullición, aunque parece mentira es normal sentir y sobre todo expresar nuestras emociones.
El señor, que el día de hoy es muy común y natural, se viene con todo y sin filtros, es una respuesta normal a las situaciones que afrontamos cada día, así que cuando te digan que no es normal, pues sí lo es, la frustración, la inconformidad hasta la irritabilidad.
Cada emoción en nuestra vida, es importante y antes de que me digan Bárb, ahora si enloqueciste, qué de beneficioso tiene el enojo en nosotros, sabemos que cuando estamos muy enojados, perdemos la #concentración e incluso nos falla la memoria porque esta #emoción es más grande que nosotros, por ende, nuestro juicio se nubla, es por esto que cuando estamos enojados actuamos sin pensar, parece mentira, pero nuestra impulsividad nos hace cometer errores o decir cosas que no sentimos.
El enojo interviene en nosotros, en nuestra #conducta y, ante diferentes situaciones, se vuelve nefasta, lo cual complica la aceptación y receptividad de información, complica el proceso de adaptación a los espacios laborales y personales, reafirmo, el #enojo tiende a volvernos agresivos con personas que no tienen la culpa de nuestra emoción negativa, no obstante, aunque parece mentira, este amigo sin filtros, tiene cosas positivas, porque nos hace hacer cosas que en estado de relajación no haríamos, y saben algo, es un buen motor para ayudarnos a defender nuestros derechos.
Enojados nos preparamos para cualquier situación, tanto así que nuestro cuerpo se prepara si de una pelea se trata; ahora es importante tener claro que la #ayuda #profesional nos beneficia muchísimo para poder afrontar las consecuencias con nuestra mejor cara, pero, es importante que como motor de impulso podamos #expresar, #sentir y dejar #fluir el enojo sin hacer uso de la violencia.
Las estrategias que implementemos para sobrellevar el enojo y los factores que los desencadena serán vitales para adaptarnos a nuestro entorno, si nos sentimos abrumados, contamos del uno al diez, o hasta el número que sea necesario para drenar el sentimiento, el trabajo no es reprimirlo, sino sentirlo, vivirlo, he aquí cuando la respiración cumple un papel importante, para ayudar a gestionar el enfado.
Como les platique arriba, el enojo genera respuestas impulsivas, y nos limita el cálculo de consecuencias de nuestros actos, cosa que no influye en todos los casos, por ende, cuando nuestra acción es por el lado violento, debemos respirar profundo (no acelerada) y de manera consiente, al hacer esto detenemos los ciclos negativos y tomamos el control de la situación la cual nos hace enojar.
La respiración consciente se basa en: prestar atención plena a nuestra respiración, observar cómo entra y sale el aire de nuestro cuerpo, al enfocarnos en respirar, podemos ralentizar nuestro ritmo cardíaco, reducimos la tensión muscular y calmamos nuestra mente.
Les voy a contar una realidad, infravalorada, el cual es un ejemplo evidenciable, lo cierto es que, es un error de parte de muchos pensar que las personas de ceño fruncido viven enojadas, una realidad es mi persona, mi cara se puede ver enojada, más en mi interior ando de lo más tranquila.
El día sábado, hubo un hecho el cual fue cosa extraña para todos, me enojé muy fuerte, lo admito, mi primer paso fue cerrar los ojos, trate de contar, al ver que el enojo se volvía más grande, decidí dejarlo fluir de manera no violenta, reprimí la emoción cosa que no recomiendo, al cabo de un par de horas, el dolor de cabeza era oprimente, por ende para bajar el nivel de enojo me senté en el suelo del baño, inhale profundo por la nariz sintiendo el aire llenar mis pulmones, exhale lentamente, liberando toda la tensión acumulada, esta acción la repetí varias veces hasta que mi enojo se fue disipando, y tome las riendas de la situación misma que primero me hizo enojar, les invito a respirar profundo, inhalar por unos segundos (4 a 10) sostener la respiración y luego exhalar.
Por esto mi recomendación es respirar de forma consciente, prestando atención al proceso, al enfocarnos en algo más que no sea el enojo en sí, calmamos nuestro ser, recuperamos el control de nuestras emociones, controlamos y ayudamos a nuestro sistema nervioso parasimpático, el cual es el responsable del proceso de reposo y digestión.
Al respirar, reducimos la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular, aumentamos de forma positiva la conciencia sobre nuestros actos, lo cual beneficia al desarrollo de dicha emoción, logrando alcanzar la calma y la reflexión.
Así que para la próxima que te enojes, si el contar no te ayuda, respira profundo, al principio será difícil, pero, practicando, se hará manejable; un saludo, un abrazo y gracias.
P.S.: Imágenes creadas con Bitmoji
"Don't tell me anything!" - "Don't even think about touching me!" - "And what about me?"
These phrases may sound familiar to you, as they are some of the expressions we use when we are boiling with emotions. Surprisingly, it is normal to feel and, above all, express our emotions.
The outburst that is so common and natural today comes unfiltered, as a normal response to the daily situations we face. So when someone tells you it's not normal, well, it is normal – frustration, dissatisfaction, even irritability.
Every emotion in our life is important. Before you say, "Barb, have you finally lost it?" let me tell you how beneficial anger can be for us. When we are very angry, we lose concentration and even our memory fails because this emotion is bigger than us. Consequently, our judgment becomes clouded. That's why when we're angry, we act without thinking. It may sound unbelievable, but our impulsiveness leads us to make mistakes or say things we don't mean.
Anger affects our behavior and can be detrimental in different situations. It complicates acceptance and receptivity to information, making it difficult to adapt to work and personal spaces. Yes, anger tends to make us aggressive towards people who are not to blame for our negative emotion. However, despite this, our unfiltered friend has positive aspects because it drives us to do things we wouldn't do in a relaxed state. And you know what? It's a good motivator to help us defend our rights.
When angry, we prepare ourselves for any situation, so much so that our body gets ready for a fight. It's important to understand that professional help benefits us greatly in facing the consequences with our best attitude. However, as a driving force, it's important that we can express, feel, and let anger flow without resorting to violence.
The strategies we implement to manage anger and the factors that trigger it will be vital for adapting to our environment. If we feel overwhelmed, count from one to ten or as many numbers as necessary to release the feeling. The goal is not to suppress it but to feel it, experience it. This is where breathing plays an important role in helping manage anger.
As I mentioned earlier, anger leads to impulsive responses and limits our ability to calculate the consequences of our actions. This doesn't apply in all cases. Therefore, when our action tends towards violence, it's essential to breathe deeply (not rapidly) and consciously. By doing this, we break negative cycles and take control of the situation that made us angry.
Conscious breathing involves: paying full attention to our breath, observing how the air enters and leaves our body. By focusing on breathing, we can slow down our heart rate, reduce muscle tension, and calm our mind.
I am going to tell you a reality, undervalued, which is an evident example, the truth is that it is a mistake on the part of many to think that people with furrowed brows live in anger, one reality is myself, my face may look angry, but inside I am very calm.
On Saturday, there was an event that was strange for everyone, I got very angry, I admit it, my first step was to close my eyes, I tried to count, seeing that the anger was growing, I decided to let it flow in a non-violent way, I repressed the emotion which I do not recommend, after a couple of hours, the headache was oppressive, so to lower the level of anger I sat on the bathroom floor, inhaled deeply through the nose feeling the air fill my lungs, exhaled slowly, releasing all the accumulated tension, I repeated this action several times until my anger dissipated, and I took control of the situation that first made me angry, I invite you to breathe deeply, inhale for a few seconds (4 to 10), hold your breath and then exhale.
Therefore, my recommendation is to breathe consciously, paying attention to the process, by focusing on something other than the anger itself, we calm our being, regain control of our emotions, control and help our parasympathetic nervous system, which is responsible for the rest and digestion process.
By breathing, we reduce heart rate, blood pressure, and muscle tension, we positively increase awareness of our actions, which benefits the development of that emotion, achieving calmness and reflection.
So next time you get angry, if counting doesn't help, breathe deeply, at first it will be difficult, but with practice, it will become manageable; greetings, a hug and thank you.
P.S.: Images created with Bitmoji
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