Persistencia de los vegetales ante las adversidades ambientales

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Un saludo cordial a todos los miembros de la prestigiosa comunidad HIVE, en especial, a todos los creadores de contenido inherentes a las ciencias de la naturaleza.

La naturaleza es maravillosa y nos sorprende con sus mecanismos para obligar a las especies a evolucionar, a fin de que estas persistan y logren adaptarse a las adversidades que les presentan las condiciones ambientales, sobre todo, en los espacios naturales donde la vida silvestre conoce muy bien las reglas que conllevan a la supervivencia del más apto, y si no las cumplen, simplemente tienden a desaparecer de los ecosistemas, dando paso a especies mejor preparadas para enfrentar las vicisitudes de la vida que depara el mundo natural.

1.jpgUna planta silvestre, perteneciente al Género Wedelia, Familia Asteraceae, se abre paso y prospera entre las ranuras que presenta un piso de cemento.

A pesar que las especies de flora no tienen capacidad de realizar movimientos muy pronunciados, si tienen la capacidad de dar respuesta ante los estímulos ambientales, y de manera lenta y sutil, nos van mostrando su agrado o negatividad ante las condiciones de vida que llevan, indicándonos a través de su desarrollo o cumplimiento de su ciclo vital, si han logrado adaptarse, o por el contrario, si han sido superados por el entorno, perdiendo su capacidad de fructificar, producir embriones y semillas, y hasta, de perpetuar su especie.

2.jpgUn pequeño árbol silveste, perteneciente a la Subfamilia Mimosoideae, extiende sus largas raíces para tratar de sostenerse sobre el sustrato que ha sido carcomido por efecto de la lixiviación causada por las torrenteras de agua de lluvia, mientras una planta de la Familia Bromelaceae se aprovecha de sus ramas para fructificar como planta epífita. Todos estos procesos ecológicos ocurren en el seno del bioma de bosque xerófito, en la montaña de Mucuragua, al norte del Edo. Lara.

Los casos de persistencia ante los embates del medioambiente que encontramos en el mundo natural de las plantas son variados, notorios y muy llamativos, a tal punto que, han sido dignos de estudios en las diversas cátedras de Ecología de todo el mundo, entre los que destacan algunos de los que he documentado en la presente publicación.

3.jpgUn ejemplar silvestre de úbeda (Acacia tortuosa , Subfamilia MImosoideae, Familia Fabaceae), crece tímidamente sobre un sustrato artificial rico en arcilla y pequeñas piedras, a la margen de la Avenida Circunvalación Norte, al oeste de la ciudad de Barquisimeto, mostrando poco desarrollo por la escasez de nutrientes, ausencia de agua y excesiva insolación. La mayoría de las plantas, en estas condiciones ambientales, simplemente morirían.

Es sorprendente la capacidad que tienen algunas especies vegetales de crecer entre placas de cemento o concreto armado, partiendo de la acción de dispersas sus semillas, que caen en pequeños espacios o ranuras de tierra existentes entre el cemento, permitiendo que la radícula del embrión forme una raiz que va a crecer hacia el centro de la tierra, reafirmando su potencial genético y su geotropismo positivo. Por su puesto, debajo de la placa de concreto o cemento, existe un sustrato formado por el suelo, además, la gémula del embrión va a aprovechar el mínimo espacio que consiga para ejercer su fototropismo positivo, haciendo que se desarrollen, el tronco, las ramas, hojas, flores, semillas y frutos, con las limitaciones del caso.
Esos tropismos están grabados en la secuencia del ADN de esa especie y solo les resta desarrollar su potencial genético.

4.jpgUna planta silveste de la Familia Asteraceae crece entre las ranuras de un piso de cemento, ubicado en caserío Palmira, Edo. Lara.

Muchas especies vegetales han evolucionado para vivir lejos del suelo, como plantas epífitas, en espacios elevados, sometidos al vaivén del viento, de las ráfagas de agua de las lluvias, y al empuje de los depredadores herbivoristas, por lo que debieron evolucionar, formando raíces adventicias, secundarias, que pueden tener función dual, como es la asimilación de nutrientes y el sostén firme del cuerpo de la referida planta epífita.

5.jpgUna macolla formada por hojas, bulbos y raíces adventicias de una planta de orquídea del género Cattleya, se aferran fuertemente al tronco seco de una árbol maderable, ubicado en el sector El Toro, cerca del caserío Usera, al norte del Edo. Lara.

Estas raíces adventicias, junto a los bulbillos y hojas, pasan a formar unas macollas capaces de retener polvo traído por el viento, restos orgánicos de animales , hongos y otros vegetales muertos, así como el excremento de muchas especies animales, que se acumulan y forman un sustrato útil para nutrir a la especie vegetal epífita.

6.jpgEn esta imagen nocturna de una planta de orquídea del Género Cattleya, se pueden observar las raíces adventicias, hoja, bulbos, flores y frutos ya abiertos, que en su conjunto, forman una pesada macolla que captura los nutrientes que requiere esta especie vegetal, que se comporta como épifita y no como parásita.

En biomas como la selva nublada del Parque Nacional Yacambú, al suroeste del Edo. Lara, encontramos especies perfectamente adaptadas a vivir en esas condiciones ambientales, para lo cual, han creado mecanismos morfológicos que le han permitido sobrevivir y perpetuar la especie, entre los que destacan, la forma acorazonada de las hojas, presencia de tricomas o pelos sobre la superficie de las hojas, el tipo de raíz pivotante y de profundo arraigo al sustrato, un metabolismo típico, que permite incorporación del dióxido de carbono a través de los estomas durante el día, la liberación de oxígeno y agua durante la fase luminosa de la fotosíntesis, y el consumo de oxígeno y liberación de CO2, como parte del proceso de respiración celular nocturna.

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La via principal, que conduce desde la población de Sanare hasta el Parque nacional Yacambú, cuya imagen es tenue, por la presencia de abundante neblina, acorde con los 1700 m.s.n.m. y una temperatura promedio de 20°Celsius.

8.jpgUna planta conocida como cara de cabra, perteneciente a la Familia Araceae es muy común en los espacios del Parque Nacional Yacambú, con sus hojas dispuestas para que el exceso de agua corra hacia el suelo y garantice la irrigación de las raíces de este vegetal.

Esto contraste con las adaptaciones de las especies vegetales que habitan el bioma de matorral xerófito, ubicado al norte del Edo. Lara, en el cual, la mayoría de las plantas tienen un metabolismo CAM (metabolismo ácido de las Crassulaceae), y para evitar pérdidas excesivas de agua, abren los estomas solo durante las horas nocturnas, tienen tallos crasos y hojas modificadas en espinas, presentan raíces poco profundas para aprovechar cualquier fuente de agua que corra por la superficie y gruesas cutículas, para soportar las inclemencias del sol.

9.jpgPaisaje del bioma de matorral xerófito, aledaño al caserío Peñasco Curarí, al norte del Edo. Lara, donde observan una vegetación de hojas muy pequeñas o modificadas en espinas, para impedir la excesiva pérdida de agua por la insolacón, además, de algunas especies con tallos crasos, como los cactus, que almacenan agua y nutrienetes en sus tejidos.

Muchas especies vegetales carecen de tejidos conectivos lignificados que le sirvan de sostén, como si ocurre en las especies de tallos maderables o los de los arbustos, por lo que deben crean zarcillos y otras estructuras que les permitan sujetarse a estructuras elevadas, o a otros vegetales, con el fin de alcanzar la luz solar, el aire y atraer a los polinizadores, y así completar su ciclo de vida en los espacios naturales.

10.jpg Una planta de cundeamor (Momordica charantia, Familia Cucurbitaceae), crece apoyada sobre otras plantas silvestres, en los espacios naturales del sector El Toro, caserío Usera, al norte del Edo. Lara.
Noten el hermoso fruto amarillo y las hoja lobuladas, típicas de las especies del Orden Cucurbitales.

Muchas especies vegetales apuestan la permanencia de su especie en la naturaleza a la producción de numerosas semillas que, por ser microscópicas, vuelan con el viento y se ubican en espacios propicios para germinar y formar nuevos vegetales. Esto ocurre especialmente en plantas epífitas, como las orquídeas, que presentan frutos capsulares formados a partir del ovario de las flores, contentivos de minúsculas semillas que, en la naturaleza germinan con relativa facilidad, cosa que no ocurre en los jardines o en manos de floricultores.

11.jpg Fruto capsular de una orquídea del Género Cattleya, mostrando el perianto ya seco y el óvulo transformado en fruto, contentivo de un polvillo donde están inmersas miles de microscópicas semillas, el cual, al madurar, rompe las costuras dehiscentes y esparce su contenido en el entorno.

Muchas plantas, como las del género Kalanchoe, consiguen mejores beneficios de fructificación cuando se reproducen en forma asexual, formado clones de sí mismas, a partir de pequeños brotes que desarrollan en los bordes de las hojas, acción donde juega un papel fundamental la división celular conocida como mitosis.

12.jpgUna planta del Género Kalanchoe, mostrando pequeñas plantas que se han formado en el borde de sus hojas, las cuales caen al suelo y se desarrollan perfectamente como clones de la planta progenitora, obviando los riesgos de la reproducción sexual y las adversidades ambientales.

Muchas especies arbóreas, como el cedro, tienden a perder las hojas al llegar la estación seca, caracterizada por una disminución importante de las precipitaciones en Venezuela, dejando sus ramas desnudas para así evitar la transpiración excesiva, que las llevaría a perder moléculas de agua vitales para soportar la inclemente sequía.

13.jpgUn árbol maderable de cedro americano (Cedrela odorata, Familia Meliacea) fotografiado el 29 de enero de 2022, en plena estación seca, en el sector El Toro, caserío Usera, al norte del Edo. Lara.
Muchas de sus ramas ya han perdido el follaje para impedir la excesiva transpiración y con ello, la perdida de agua, escasa en época de verano.
Al llegar la estación lluviosa, el follaje se regenera y viste de belleza esta especie común en Venezuela.

Así son las especies silvestres de flora presentes en los espacios naturales de Venezuela, resistentes y persistentes ante las adversidaes del medioambiente.

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Un cactus columnar (Familia Cactaceae), creciendo silvestre en un sector aledaño al caserío Curarí, al norte del Edo. Lara, mostrando sus hojas transformadas en espinas, y su tallo craso, para almacenar agua y nutrientes, como seguro respaldo ante las condiciones ambientales adversas del bioma de matorral xerófito.

Bibliografía sugerida:

Plantas C3, C4 y CAM
FUENTE

El tiempo en Venezuela.
FUENTE

Plantas epífitas: qué son, tipos y ejemplos.
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Propagación de especies vegetales
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Muchas gracias por visitar mi blog.

Ali Riera

Todas las imágenes, fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera



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Buenas noches. Muchas gracias a todos los miembros del equipo de curación de STEMsocial proyect por apoyar mi publicación. aliriera

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