A veces...

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A veces todo oscurece y nos sentimos confundidos, pues desde el nacer solo buscamos la luz y la luz es simplemente una conjugación de matices colmados de sombras.

Salirnos de este laberinto nos llevara inexorablemente a un tubo donde el punto final se ira agrandando hasta formar otra luz más profunda.

Pero hablar del fin no es notorio dado que no existe sorpresa alguna para la existencia, pues el punto final esta desde que fuimos simplemente una idea en quienes nos dieron vida.

El proceso existencial es acorde a la necesidad de vivir y si estamos sobre el filo de una cornisa, que nos exige andar con cautela y llevando a cabo cuidados que jamás antes pusimos atención, en definitivamente se vive con más intensidad cada halo de respiración, pues quien con presura busca lograr objetivos solo acorta el tiempo determinado de existencia, pues correr no me lleva ganarle lugar al tiempo, solo acortamos distancias trazadas, pero el reloj determina cada segundo y ese segundo tiene el mismo descuento del tiempo que nos queda si corremos o andamos.

La realidad no existe pues nada es meramente real, por la sencilla razón que todo es consecuencia de lo que cada uno crea o mire, determinar real un solo pensar es aceptar que mi existencia no es mérito a mi razonar pues vivo realidades ajenas, entonces debo establecer mi realidad aunque sea una vaga sensación de credulidad personal, pues el manifiesto es convergencia a las ideas del otro, por ende existe la confrontación en pos del crecimiento, la discusión en términos de ideales y conjeturas propias, son apenas un murmullo entre las millones de voces que expresan su pensar, de esta manera se crearon sociedades basadas a costumbres sectarias tanto sea de credo, alimentación y hasta en el ámbito social donde se visten, educan y creemos ser, los que realmente somos la mejor sociedad.

Nos paramos mirando sobre el hombro ajeno y sufrimos por lo que les acontece y eso es meritorio del ser, ponerse en el lugar del otro, pero lo justo es saber que el dolor se acompaña, las dificultades del otro también...pero quien realmente lo padece y desea hallar ese punto de inflexión donde continuar o abandonar es algo muy interno de cada individuo, podemos ayudar a que siga luchando pero tengamos presente que la vida no se mide por demostración de entereza y bienestar se vive por mérito a que tengamos la necesidad imperiosa de vivir, pues la muerte es más llamativa en muchos casos y te lleva a abandonar ese soplo de energía que nos mantiene vivos.

Cuando inicié exprese que a veces oscurece todo y que esa oscuridad intensa y hasta mórbida nos atrapa y eso sucede pues en algún sitio de nuestra mente, tal vez comprendimos que lo oscuro también tiene mucho de luz...

Todo puede resultar agobiante y es comprensible cuando uno sufre por los demás sea quien fuere...pero distintamente necesitamos seguir y todo lo que hoy se llora tarde o temprano se consuela con un pensamiento en el cual dejamos en paz a quien ya cruzo el umbral y ya no sufre...

Las heridas son pequeñas garras que lastiman el alma, solo tenemos que intentar que no se nos escape esa luz divina que nos da vida, para poder cumplir lo que tarde o temprano comprenderemos...eso queda en suspenso dado que uno puede enseñar a caminar, pero jamás caminar por el otro...



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