Muchas personas experimentan la "paradoja de la paternidad", o una disminución temporal de la felicidad después del nacimiento de un hijo y es porque la satisfacción suele producirse a medio plazo pero depende de muchos factores incontrolables ya que la clave de la felicidad está en tus elecciones. Cuando sentimos que hemos elegido nuestro camino, tendemos a aceptar la decisión de tener o no hijos y ser más felices así.

En muchas partes del mundo se cree que los niños son la clave de la felicidad y que las personas sin hijos se sienten menos realizadas. ¿Pero es esto realmente cierto? La respuesta a esta pregunta es simple y compleja, y tenga o no hijos, el nivel de satisfacción que siente en la vida está determinado por muchos factores complejos. Consideremos primero la respuesta simple. No, no necesitas tener hijos para sentirte feliz y realizado. Las investigaciones sobre mujeres que voluntariamente no tienen hijos muestran que la mayoría de las mujeres sienten que tienen una identidad y una individualidad. No se sienten definidos por su papel dentro de la familia y se sienten más libres y en control de sus cuerpos, sus vidas y su futuro puesto que las mujeres sin hijos también informan ser más estables económicamente, pero no es necesario un estatus socioeconómico más alto para estar satisfechas con la decisión de no tener hijos.

Ahora bien, las mujeres y los hombres sin hijos también reportan, en promedio, menos estrés y mayor satisfacción conyugal aunque hay poca investigación sobre los hombres solteros y sus experiencias sin hijos, y aún menos investigación sobre las experiencias sin hijos de hombres transgénero. Sin embargo, una encuesta de hombres que decidieron no tener hijos encontró que la mayoría estaban contentos con su decisión y contentos con la libertad que tenían en sus vidas. Pocos se arrepintieron de sus decisiones, sobre todo porque no dejaron ningún legado.

Sin embargo, los hombres sin hijos corren el riesgo de disminuir su satisfacción general con la vida a medida que envejecen si carecen de apoyo social. La paradoja de la paternidad es que las cosas se complican un poco más cuando analizamos la decisión de tener hijos. Si bien no hay duda de que los padres pueden sentirse felices y realizados en sus vidas, la satisfacción que sienten con esta decisión suele cambiar con el tiempo y depende de muchos factores que escapan a su control y que también pueden verse influenciados. Muchos padres experimentan inicialmente una disminución temporal de la felicidad después de tener un hijo. Este es un fenómeno conocido como la "paradoja de la paternidad". Porque los bebés recién nacidos pueden ver afectadas muchas necesidades básicas, como dormir, comer bien y ver a los amigos. Esto puede ser una fuente de frustración. Las mujeres también reportan más insatisfacción con la maternidad que los hombres dónde esto se debe a que la carga del cuidado a menudo recae sobre las mujeres. Pero vivir en una zona con buen apoyo familiar y social, padres igualmente comprometidos y comprometidos, y políticas que apoyen el trabajo y la familia pueden compensar el estrés y el costo de criar a los hijos.