En la época dorada de los reboots, remakes, precuelas, secuelas y spin-off sería demasiado ingenuo de nuestra parte, pensar que la nostalgia no es el eje central de la industria cinematográfica en la actualidad, ya que a través de esa nostalgia es que nos arrastran una y otra vez a ver versiones de la misma película que ya conocíamos, pero con una estética más detallada gracias al uso de una mejor tecnología, debido a esto hay que saber reconocer un buen o mal uso de la nostalgia, por eso que hoy les traigo mi opinión de Ghostbusters: El legado.

Si no tomamos en cuenta dentro del canon el polémico reboot de 2016, está ultima cinta cronológicamente viene siendo la tercera película de los Cazafantasmas. Cabe resaltar que Ghostbuster Afterlife fue dirigida por Jason Reitman, el hijo de Ivan Reitman quien fue el director de las dos películas originales de la década de los 80s y que lamentablemente falleció recientemente durante este año 2022, por lo cual instantemente esta última cinta representa como una especie de triple homenaje, primero por parte del director al trabajo de su padre, quien indudablemente fungió como un motor e inspiración para su carrera. En segundo al actor Harold Ramis quien daba vida al caza fantasmas Dr. Egon Spengler que como muchos de ustedes probablemente sepan, desafortunadamente también falleció en el año 2014 y por último tenemos al gran legado de esta franquicia, la cual más de 35 años después sigue resonando en el corazón de gran parte del público.

La verdad pienso que genuinamente esta película no tiene una mayor pretensión que rendir tributo a estos tres elementos, a través de una historia sencilla pero divertida, me refiero a que no es una película que busque superar u opacar al relato original, sino simplemente conmemorarlo y en ese sentido debo decir que la cinta triunfa con esa intención, ahora es muy importante destacar la necesidad de haber visto las dos películas originales o al menos la primera, ya que al ser la nostalgia la principal protagonista, si no conoces los guiños y las referencias pienso que difícilmente vas a lograr conectar a un buen nivel con esta historia.

Yéndonos hacia otra perspectiva y quitándole este vinculo tan sólido que posiblemente muchos de nosotros hemos forjado, con la nostalgia y con el paso de los años con este relato de los Cazafantasmas, acercándonos simplemente sin conocer ninguna referencia, lo que nos quedaría seria un producto meramente entretenido y puede que para algunos anecdótico ya que no se siente como una historia de grandes proporciones, sino más bien como una mirada temporal a la aventura de un equipo formado por dos niños y dos adolecentes. En este punto debo decir que para mí sería muy interesante saber la opinión de un niño que no conozca ninguna referencia o no tenga esta carga nostálgica con esta historia, de verdad si tuvieron la oportunidad de ver la cinta con un niño ya sea hijo, sobrino, primo etc. Por favor les pido cordialmente que comenten como les pareció a ellos esta película.

Algo que debo destacar porque me gusto mucho, es que realmente el director logro capturar esta ligereza cómica que se encuentra por momentos con lo terrorífico que muchos vimos en la cintas originales, donde en ocasiones tenemos instantes y atmosferas que podrían llegar a asustarnos, pero que después se contrarrestan con chistes o a través de una caricaturización de los fantasmas o los personajes. Al mismo tiempo debo decir que a veces me sacaba un poco de la experiencia el hecho que algunos de los protagonistas no reaccionarán a estas entidades fantasmagóricas, ósea que no se sobresaltaran o no se cuestionaran más el cómo rayos hay un fantasma ahí suelto y masticando cosas, pero luego recordé que estas situaciones también sucedían en las películas originales, así que en ese sentido debo decir que la falta de asombro más que un defecto me parece un homenaje bien apropiado.

Ahora si hay un elemento que se roba la película y no me refiero a los efectos prácticos (los cuales por cierto agradezco que hayan sido así y no digitales, realmente se ven geniales, tal cual como en las películas originales), ni tampoco nuestro querido villano Gozer, sino el carisma de Mckenna Grace como Phoebe Spengler y es que uno realmente podría pensar en primera instancia, que el protagonismo hubiera recaído principalmente en el actor Finn Wolfhard por su posicionamiento mediático tan grande debido principalmente a la popular serie de Netflix, Stranger Things. Debo decir que me pareció acertado que se hiciera en Mckenna Grace, ya que ella realmente desataca con su carácter, logrando construir un personaje bastante único que aunque es nuevo de alguna manera te genera cierta nostalgia, que en mi caso me recordó al carismático Egon Spengler, así que automáticamente le tomas un gran cariño a Phoebe.

En conclusión debo decir que esta cinta definitivamente le rinde honor al legado que representa, aunque personalmente pienso que no es la mejor aventura para un público infantil o adolescente. Por otro lado quizá no logra integrar completamente a todos sus nuevos personajes, para que uno realmente sienta la necesidad de verlos desarrollarse en un futuro, pero sin duda cumple en ofrecer un producto nostálgico bien elaborado de dentro hacia fuera, desde la similitud que tiene con la premisa y atmosfera de las cintas originales, como las constantes referencias y apariciones de personajes clásicos, de una manera muy respetuosa y al mismo tiempo entrañable. Así que honestamente me pareció una película muy agradable y divertida, que de cierto modo me recordó a algunas historias de aventuras que vi cuando era niño u adolescente, las cuales llegue a ver varias veces sin ningún problema.