De amores y dolores

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Tus ojos claros se volvieron intensos, esa mirada pacifica y clara terminó perturbandose con nuestra última discusión.

Pensar que las emociones nos tambalean a tal punto de pensar que ya no queda amor entre dos personas.

No entiendo porque heriste mis sentimientos de esa manera, y de paso te sentiste ofendido por lo que dije ¿Qué nos ha pasado?

Parece mentira que fue ayer, justo la noche anterior cuando parecíamos dos buenos amantes, de los que nunca ven obstáculos entre los dos.

El marrón claro de tus ojos se volvió castaño y no pude seguir viendo tu alma, el no cruzar la mirada tiene el mismo efecto que el divorcio entre dos que se aman.

La ira es como la espada que corta la piel y la hace vulnerable, las palabras son como las uñas de un gato, capaces de desgarrar lo más profundo de ti y así me sentía yo, sola, perdida y confundida.

Aun así, había algo dentro de mi que trascendía más allá de mi dolor y empezaste a aparecer nuevamente en mis pensamientos:

─ ¡Qué será de ti?
─ ¿Cómo te estarás sintiendo?

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Me debatía entre estas preguntas y mi orgullo, llegué a pensar que el hecho de pensarte debilitaría mi amor propio.

Pero conforme iba pasando el tiempo mi orgullo fue cediendo y mi amor propio anheló nuevamente tu compañía.

─ Espero estés pensando en mi,

Era el mensaje que mentalmente le enviaba, todas las noches, día tras día antes de dormir, queriendo que este llegara a su corazón con la misma intensidad que lo pensaba, soñaba despierta y dormida que él volviera a buscarme y más allá de eso, que pudiera mirarme como antes.

¡Si!, como antes, con estos ojos de mirada pura y extensa, que acompañaban con gestos que me hacían sentir amada, que formaba parte de él.

─ ¿Cuanto más se debo esperar?

No entiendo las reglas de los amantes, no sé si cambian de acuerdo a las circunstancias, pero espero que nuevamente el viento sople a mi favor y él mismo te traiga hasta mi.

Prometo que no diré una sola palabra, no tienes tu porque decir alguna, mejor es dejar que nuestros cuerpos hablen y se griten cuanto se han extrañado.

Espero dormir en tu regazo, volver a tocarte con mi mirada, lo demás se lo dejamos a la vida y que ella misma diga hacia donde debemos ir.

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Esta historia continuará...

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