Al lado del rey (Next to the king)
Saludos, hermanos de @mcgicares. En esta oportunidad voy a compartir con ustedes un mensaje que compartí con los hermanos en la congregación, hace unos días. Se desarrolla en los tiempos del rey Azuero, cuando los judíos estaban bajo el dominio del imperio persa.
Ester 2:7 Mardoqueo tenía una prima joven muy hermosa y atractiva que se llamaba Hadasa, a la cual también le decían Ester. Cuando el padre y la madre de ella murieron, Mardoqueo la adoptó, la integró a su familia y la crió como su propia hija.
Así es la presentación de la joven Hadasa, que significa “árbol que florece”, refiriéndose también al árbol de mirto, el cual conocido porque solo libera su olor cuando es aplastado, es decir, es discreto y permanece oculto.
Por otra parte, tenemos a un hombre llamado Mardoqueo, que significa “hombre pequeño” o “siervo de Merodac”, lo que nos lleva a pensar en que también era un hombre discreto que le gustaba estar con perfil bajo, es decir, no le gustaba figurar.
Ahora bien, cuando los padres de Hadasa murieron, Mardoqueo asumió su cuidado en todo sentido, no solo en la manutención sino también en la instrucción.
El éxito del objetivo de Mardoqueo se alcanzó cuando Hadasa influyó para la salvación de toda su nación, ya que todos los judíos estaban condenados a morir por voluntad de un hombre que los odiaba y había manipulado al rey para que lo autorizara a cumplir sus deseos.
El asunto es que para llegar a ser la salvadora de su nación tuvo que pasar por un largo proceso que inició desde que era niña. Repasemos un poco este proceso:
Obediente: Escuchaba los consejos que le daba su primo y los ponía en práctica, lo que la hizo sabia;
Casta: Sabía que las mujeres son preciadas por su castidad porque eso las hace deseables, por lo que cuidó su virginidad hasta el día en que fue desposada;
Reverente: Mostraba una conducta educada que la hacía sobresalir por encima de muchas jóvenes;
Hermosa: Cuidaba su figura y su apariencia, es decir, comía cosas que la mantuvieran sana y en buena forma, posiblemente hacía ejercicios físicos para desarrollar un poco de musculatura, además, usaba ropa decorosa, peinaba su cabello, se colocaba esencias de flores, en fin, era atractiva;
De buen hablar: Usaba un tono de voz apacible, respetuoso, acorde al momento y al público que la escuchaba, usando palabras que agradaban a quien la escuchara;
Diligente: Hacía las cosas cómo y cuándo debía hacerlas, es decir, no dejaba asuntos pendientes sino que los atacaba al momento.
Es fácil decir que valió la pena el esfuerzo por parte de Hadasa, pero sabemos que ella también fue tentada a ser rebelde, a fornicar, a ser irreverente, a comer y usar cosas que afearan su apariencia, a usar la jerga de moda en ese tiempo, y a ser negligente, en fin, era una niña que no sabía hasta dónde el Señor la llevaría.
También debemos observar la figura de Mardoqueo, quien asumió el cuidado de Hadasa como si fuera su propia hija, debiendo haber pasado por momentos difíciles durante su educación, teniendo que reprenderla en innumerables ocasiones, pero él tenía un objetivo claro y era cuidarla hasta que contrajera matrimonio, presentarla con todas las características, que ya mencionamos, ante su esposo.
El asunto es que ni Hadasa ni Mardoqueo sabían el plan del Señor, porque ella fue llevaba al palacio real por su apariencia y castidad, pero halló gracia delante del rey por las demás virtudes, recordemos que fueron muchas jóvenes castas y de buen parecer delante del rey, pero solo Hadasa fue hecha reina.
Debemos estar preparados para ese momento en que el rey nos mande a buscar, que en el caso de Azuero fue porque la reina anterior desobedeció a su llamado, lo que nos muestra cuán abominable es la rebeldía delante del Señor.
Esta situación nos hace meditar en la diligencia que debemos tener en los asuntos espirituales, porque si nosotros nos negamos a hacer lo que nos corresponde, el Señor usará a otra persona para cumplir su propósito, dándole el galardón que corresponde.
Hadasa fue hecha reina por ser obediente a Mardoqueo, que es una gran recompensa, pero este fue galardonado dos veces de manera enorme, siendo la primera ver a su prima haber cumplido el propósito que ambos tenían: Llegar a tener un buen esposo, lo que lo ubicaba en una posición deseable ante los ojos de cualquiera, pero la honra no llegó hasta ahí, sino que esa diligencia y reverencia que caracterizaban a Mardoqueo, lo llevaron a denunciar un plan en contra del rey, recibiendo luego la designación de ser el hombre de confianza del rey.
La mayoría de las personas, al ver la conspiración contra el rey, que representa una persona de autoridad en su vida, deciden callar para no quedar como chismosos, pero eso no es lo correcto, porque callar habría sido complicidad en la muerte del rey. Dejar de hacer lo bueno es tan desagradable para el Señor como hacer lo malo, y la recompensa que me interesa no es la que puede dar el hombre, bien sea aprecio que fácilmente olvida, o bienes, que fácilmente pueden pasar a otras manos, sino que la recompensa que busco es la eterna, aquella que resista el paso por el fuego del Señor, es decir, las almas.
Prefiero ser odiado como lo fue Mardoqueo por aquellos a quienes denunció, que por el Señor, quien me castigará por indolente, porque mirar el peligro venir a la vida de mis seres queridos y quedarme callado, sería un puñal que desgarre mi alma al verlo sufrir el daño del que no le avisé.
Esta historia nos enseña dos perspectivas de la diligencia y la obediencia: Instruye a los niños bajo tu cuidado, y haz caso a los buenos consejos, es decir, no seas sabio en tu propia opinión.
En nuestra vida cotidiana, nos encontramos con muchos niños a nuestro alrededor, lo que nos lleva a meditar en las siguientes interrogantes:
¿A cuántos de ellos instruyo en la palabra del Señor?
¿Por cuántos de ellos me preocupo?
¿A cuántos les presto atención?
¿A cuántos les dedico tiempo?
¿Hago caso a los buenos consejos que me dan?
¿Me reúno con personas que edifican mi vida?
¿Cuánto tiempo dedico a las personas que no edifican?
¿Qué llevo a mi corazón? Esto incluye la música que escucho, los programas que veo, las conversaciones que sostengo, entre otras cosas que forjan mi carácter y personalidad.
¿Reconozco mis errores o trato de ocultarlos? Es peor todavía si insisto en seguir por el camino errado.
Nuestros malos ratos no siempre dependen del trato de los demás hacia nosotros sino en nuestras propias decisiones, porque pueden darnos muchos malos consejos al día, pero soy quien decide ponerlos en práctica.
No sé qué piensas luego de leer este mensaje, pero yo intentaré guardarme para el Señor hasta el día en que haya de ir ante su presencia, pero también trataré de instruir a la mayor cantidad de personas posible para que alcancen el mismo objetivo, y juntos podamos estar por la eternidad junto al Rey de reyes y Señor de señores.
Greetings, brothers from @mcgicares. On this occasion I am going to share with you a message that I shared with the brothers in the congregation a few days ago. It takes place in the times of King Azuero, when the Jews were under the rule of the Persian Empire.
Esther 2:7 Mordecai had a very beautiful and attractive young cousin named Hadassah, who was also called Esther. When her father and mother died, Mordecai adopted her into his family and raised her as his own daughter.
This is the presentation of the young Hadassah, which means "flowering tree", also referring to the myrtle tree, which is known because it only releases its scent when it is crushed, that is, it is discreet and remains hidden.
On the other hand, we have a man named Mordecai, which means "little man" or "servant of Merodach", which leads us to think that he was also a discreet man who liked to keep a low profile, that is, he did not liked to feature
Now, when Hadassah's parents died, Mordecai took over their care in every way, not only in maintenance but also in instruction.
The success of Mordecai's objective was achieved when Hadassah influenced the salvation of his entire nation, since all the Jews were condemned to die by the will of a man who hated them and had manipulated the king to authorize him to fulfill his wishes.
The point is that to become the savior of her nation, she had to go through a long process that began when she was a child. Let's review this process a bit:
Obedient: She listened to the advice her cousin gave her and put it into practice, which made her wise;
Caste: She knew that women are valued for their chastity because that makes them desirable, so she took care of her virginity until the day she was married;
Reverent: She showed a polite behavior that made her stand out above many young women;
Beautiful: She took care of her figure and her appearance, that is, she ate things that kept her healthy and in good shape, possibly she did physical exercises to develop a little muscle, she also wore decent clothes, combed her hair, put on essences of flowers, well, she was attractive;
Of good speech: She used a calm, respectful tone of voice, according to the moment and the public that listened to her, using words that pleased whoever listened to her;
Diligent: He did things how and when he had to do them, that is, he did not leave pending issues but attacked them immediately.
It's easy to say that it was worth the effort on Hadassah's part, but we know that she too was tempted to be rebellious, to fornicate, to be irreverent, to eat and wear things that make her look ugly, to use the fashionable slang in that time, and to be negligent, in short, she was a girl who did not know how far the Lord would take her.
We must also observe the figure of Mordecai, who took care of Hadassah as if she were his own daughter, having had to go through difficult times during her education, having to reprimand her on countless occasions, but he had a clear objective and that was to take care of her until she contracted marriage, present her with all the characteristics, which we already mentioned, before her husband.
The thing is that neither Hadassah nor Mordecai knew the plan of the Lord, because she was taken to the royal palace for her appearance and chastity, but she found grace before the king for the other virtues, let us remember that there were many chaste and good-looking young women before the king. king, but only Hadassah was made queen.
We must be prepared for that moment when the king sends for us, which in Azuero's case was because the previous queen disobeyed her call, which shows us how abominable rebellion is before the Lord.
This situation makes us meditate on the diligence that we must have in spiritual matters, because if we refuse to do what corresponds to us, the Lord will use another person to fulfill his purpose, giving him the corresponding reward.
Hadassah was made queen for being obedient to Mordecai, which is a great reward, but he was rewarded twice in a huge way, the first time seeing his cousin having fulfilled the purpose they both had: To have a good husband, which placed him in a desirable position in the eyes of anyone, but the honor did not end there, but that diligence and reverence that characterized Mordecai led him to denounce a plan against the king, later receiving the designation of being the man trusted by the king.
Most people, seeing the conspiracy against the king, who represents a person of authority in their lives, decide to remain silent so as not to appear as gossips, but that is not correct, because to remain silent would have been complicity in the death of the king. Failing to do what is good is as distasteful to the Lord as doing what is evil, and the reward that interests me is not what man can give, be it appreciation that is easily forgotten, or goods that can easily pass into other hands, but that the reward I seek is the eternal one, the one that resists passing through the fire of the Lord, that is, the souls.
I prefer to be hated as Mordecai was by those whom he denounced, than by the Lord, who will punish me for being indolent, because seeing the danger come to the lives of my loved ones and remaining silent, it would be a dagger that tears my soul to see him suffer. the damage I didn't tell you about.
This story teaches us two perspectives on diligence and obedience: Instruct the children in your care, and heed good advice, that is, don't be wise in your own opinion.
In our daily lives, we find many children around us, which leads us to meditate on the following questions:
How many of them did I instruct in the word of the Lord?
How many of them do I care about?
How many do I pay attention to?
How many do I spend time with?
Do I heed the good advice they give me?
Do I meet people who build my life?
How much time do I spend with people who don't build?
What do I carry in my heart? This includes the music I listen to, the shows I watch, the conversations I have, among other things that shape my character and personality.
Do I admit my mistakes or do I try to hide them? It is even worse if I insist on following the wrong path.
Our bad times don't always depend on how others treat us, but on our own decisions, because they can give us a lot of bad advice a day, but I'm the one who decides to put it into practice.
I don't know what you think after reading this message, but I will try to keep myself for the Lord until the day I have to go before his presence, but I will also try to instruct as many people as possible to achieve the same goal, and together we can be for eternity with the King of kings and Lord of lords.
Gracias a Dios por escuchar en nuestra reunión.
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II CORINTIOS 4:18
No nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.