Solo necesito lápiz y papel (Prosa poética) [Es/En]

Amigos de Hive, les extiendo un cordial saludo acompañado de un fuerte deseo de que se encuentren bien. Hoy quiero compartir con ustedes una de mis extrañas formas de relajarme. Entiendo que cada uno de nosotros somos personas irrepetibles y por ende cada quien tiene su forma de encontrar tranquilidad en un mundo lleno de problemas.

Lo más importante es conocer ese sitio, acto o manera de consentirnos para sentir sosiego y adquirir las fuerzas necesarias para seguir adelante. Muchas personas se refugian en la música, la pintura, el deporte, el canto y otras actividades que les resulta el epicentro para renovar fuerzas. En mi caso es la escritura pero particularmente en un sonido específico. Quizás sea una tontería pero créanme que por alguna razón es un bálsamo para todo mi cuerpo. A continuación les describiré mediante una prosa ese sonido que me reporta tranquilidad. Espero que les guste.

Sin pensar vuelco palabras en esta hoja, es mi mejor terapia para tranquilizar un cerebro inquieto que una y otra vez es bombardeado de fantasías y locuras. Solo escribir, eso me encanta, pero a lo antiguo. Con lápiz y papel, percibiendo el ligero y enriquecedor sonido del lápiz sobre la superficie de la hoja. Es la mejor unión existente entre dos objetos muertos que vivifican mis oídos con su melifluo sonido.

Lamento no haberme percatado antes del encanto proveniente de una orquesta sinfónica compuesta por dos elementos básicos que al mezclarse dan vida. Con estos se crean historias, se dibujan paisajes, se concretan idilios y se tranquilizan almas abatidas. Se exterioriza de forma desenfrenada un fuerte sentimiento y puedes abrazar el gemir de un mendigo. Más allá de lo que se plasme en una hoja, se encuentra la ligera y suave melodía que me anestesia de forma natural.

Podría pasar más de una hora escribiendo y aunque mi mano me pida auxilio, mis oídos se hipnotizan con ese sonido y mi cerebro se alegra en gran manera porque es la música preferida de mis neuronas. Una coreografía impecable se lleva a cabo en mi cerebro, digna de ser exhibida por la tranquilidad que esbozan las dendritas de mi sistema nervioso en cada paso, en cada sonrisa y ligereza de sus pies.

Mis piernas celebran ese ballet, estas también se deja llevar por la encantadora banda sonora que le da alegría a mi cerebro y comienzan a hacerle un cosquilleo de felicidad que a la vez se confabula con mis pulmones, los cuales comienzan a funcionar en óptimas condiciones porque cantan con dulces suspiros.

Mi cabello se une al banquete apoteósico que poco a poco va arropando todo mi cuerpo, disipa tristezas y atrae el sosiego de una forma gigantesca. La fascinante melodía resuena sin parar llevándome a un estado catatónico del cual quiero ser prisionera.

Llega el momento de parar, pero no quiero, deseo seguir escuchando esa bella melodía, aunque tenga que escribir cosas sin sentido, me urge que la música continúe para poder enfrentarme al ruido estrepitoso de los problemas. Es sencillo hacerlo, solo necesito lápiz y papel.

Friends of Hive, I extend to you a cordial greeting accompanied by a strong wish that you are well. Today I want to share with you one of my strange ways of relaxing. I understand that each of us are unrepeatable people and therefore each one of us has our own way of finding tranquility in a world full of problems.

The most important thing is to know that place, act or way to pamper ourselves in order to feel calm and acquire the necessary strength to move forward. Many people take refuge in music, painting, sports, singing and other activities that give them the epicenter to renew their strength. In my case it is writing but particularly in a specific sound. Maybe it is nonsense but believe me that for some reason it is a balm for my whole body. In the following I will describe in prose that sound that brings me tranquility. I hope you like it

Without thinking I pour words on this page, it is my best therapy to calm a restless brain that time and again is bombarded with fantasies and madness. Just writing, that's what I love, but the old-fashioned way. With pencil and paper, perceiving the light and enriching sound of the pencil on the surface of the sheet. It is the best existing union between two dead objects that enliven my ears with their mellifluous sound.

I regret not having noticed before the charm coming from a symphonic orchestra composed of two basic elements that when mixed together give life. With these, stories are created, landscapes are drawn, idylls are realized and dejected souls are soothed. A strong feeling is externalized in an unbridled way and you can embrace the moaning of a beggar. Beyond what is captured on a page, there is the light and soft melody that naturally anesthetizes me.

I could spend more than an hour writing and even though my hand begs for help, my ears are hypnotized by that sound and my brain rejoices greatly because it is the preferred music of my neurons. An impeccable choreography takes place in my brain, worthy of being exhibited by the tranquility that the dendrites of my nervous system outline in each step, in each smile and lightness of their feet.

My legs celebrate this ballet, they also get carried away by the enchanting soundtrack that gives joy to my brain and begin to make it tingle with happiness that at the same time conspires with my lungs, which begin to function in optimal conditions because they sing with sweet sighs.

My hair joins the apotheosis banquet that little by little wraps my whole body, dissipates sadness and attracts calmness in a gigantic way. The fascinating melody resounds endlessly, taking me to a catatonic state of which I want to be a prisoner.

The time comes to stop, but I don't want to, I want to continue listening to that beautiful melody, even if I have to write nonsense, I urge the music to continue in order to be able to face the noisy noise of the problems. It's easy to do, I just need a pencil and paper.